Más de 250 niños y niñas, 13 clubes y cinco días de emoción marcaron el evento más importante del esquí formativo en Chile.
Después de años compitiendo en otras sedes, en 2024 fue el turno del Club de Ski La Parva de recibir el Campeonato Nacional Infantil. La ocasión permitió desplegar una organización de primer nivel y, además, quedarse con el primer lugar por equipos. Un triunfo completo, dentro y fuera de la pista.
Del 23 al 27 de septiembre, más de 250 niños y niñas de entre 10 y 15 años compitieron en las categorías U12, U14 y U16, representando a 13 clubes de distintas regiones del país. A lo largo de la semana, se disputaron pruebas de Slalom, Slalom Gigante, Súper Gigante y Kombi Race, con premiaciones para los 10 primeros lugares, el resultado combinado y los equipos con mejor rendimiento general.
Responsabilidad local
Para los atletas fue una experiencia inédita, ya que por primera vez competían como anfitriones de un Campeonato Nacional. El presidente del Club, Armando Briceño, comenta que “fue muy emocionante, ninguno de nuestros niños había vivido algo así. Y aunque no todas las pistas eran las mismas, el hecho de estar en casa sin duda los ayudó a desempeñarse al máximo”.
El desafío no era menor, había que responder no sólo como competidores, sino también como organizadores. Aquello implicaba levantar una estructura impecable que combinara exigencia deportiva con una propuesta integral para atletas, entrenadores y familias: “Queríamos hacer algo a nivel internacional. Una especie de Copa del Mundo infantil, con todo lo que eso significa, desde buenas carreras, ceremonias, eventos, imagen gráfica hasta atención a los equipos”, afirma el presidente.
Para los entrenadores, también fue una doble responsabilidad. El director técnico, Pedro Pablo Rodríguez, lo cuenta: “Teníamos que hacernos cargo de la producción y a la vez salir a la pista para defender nuestro título de campeones nacionales. Era mucho trabajo, dos carreras simultáneas por día, todo ejecutado por nosotros y nuestros apoderados”.
Pero la clave estuvo en la experiencia previa. Cada año, en la nieve de La Parva, se desarrollan carreras del circuito metropolitano y competencias internacionales, lo que les entregó la base necesaria para afrontar este evento. “Nos validamos como institución, demostramos que en la zona central también podemos hacer grandes campeonatos”, asegura el encargado.
Aunque la presión fue alta para los deportistas, el resultado terminó siendo inmejorable: el Club se coronó nuevamente campeón nacional, consolidando su lugar como uno de los principales semilleros del país.